José Antonio Fortea, máxima referencia en España como exorcista, sostiene en estetrabajo que existen almas errantes, denominadas “presencias”, que en ocasiones poseen aciertos hombres y mujeres.La hipótesis de que existen almas errantes dejadas para el día del Juicio Final se basa, antetodo, en los testimonios de los exorcismos. Este ensayo no ofrece la prueba definitiva de laexistencia de estas almas, sólo indicios para la reflexión. Muchos se preguntan si las almaserrantes, pueden entrar o no dentro del esquema magisterial… La opinión del autor esrotunda: hay espacio teológico para la discusión...Sólo hay tres destinos para las almas descarnadas: cielo, purgatorio e infierno. Lo queesta obra defiende es la existencia de una parte del purgatorio que se encuentra “paredcon pared” con el infierno. Y no deberemos olvidar que las almas errantes son almaspertenecientes al purgatorio, ni desconocer que el purgatorium es un estado depurificación. Lo que nos lleva a pensar que las almas llamadas errantes -porque vagan porla tierra- o perdidas -porque perdieron su camino hacia la Luz- pueden todavía purificarse.Ambas moradas están próximas, sí, pero sus moradores están en una situaciónesencialmente diversa.
