Millás ha dado otra vuelta de tuerca a su manera de encarar el recuerdo, El País Román vuelve al barrio donde pasó su infancia, y en su regreso emprende un viaje por los entresijos de su memoria, escarba en el recuerdo para entender su pasado y dar sentido a su situación actual. Pero tal vez, sólo tal vez, los acontecimientos de su vida no son como él los recuerda, sino como los recuerdan los demás? El jardín vacío es difícilmente superable, pues no me parece posible escribir algo máshermosamente triste sin perecer. La Vanguardia