Este libro es, ante todo, una parodia cuyo objeto es la elaboración de un retrato delos muchos hombres y mujeres de nuestra ciudad, advierte Alfieri. El juicio se divide en tres sesiones, en la primera de las cuales Dios juzga a los ministros del gobierno de Carlo Emanuele III, en la segunda comparecen los aventureros, cortesanos y alcahuetes de la ciudad, y la tercera está dedicada a lasdamasde Turín.Un desfile variopinto de personajes distanciados en el tiempo cuyo divertido retrato les confiere una notable actualidad.