El Renacimiento, amplio movimiento ideológico y cultural, fue periodo de gran florecimiento literario, artístico y científico que desarrolló en Europa entre los siglos XIV y XVI, marcando la transición entre el pensamiento medieval y una nueva visión moderna. A lo lardo del primer Renacimiento, que encuentra su centro impulsor en Italia y su núcleo en Florencia, las artes y la cultura experimentan una renovación radical que se extiende progresivamente a toda Europa con distintas características y tendencias estilísticas. El Renacimiento se basa en el renovado amor por el mundo antiguo de la filosofía a la literatura, de la mitología al arte la filosofía neoplatónica y la cultura humanista. El interés científico se extiende a la investigación de la naturaleza y del ser humano, entre otras cosas a través de la anatomía, la búsqueda de nuevas técnicas y la unión armónica de las artes primarias que, de mecánicas , se transforman en liberales , adornándose con las reconocidas facultades intelectuales del mismo artista. Entre los grandes nombres que dieron esplendor a la producción artística de esta época destacan Masaccio, Brunelleschi, Leonardo, Miguel Ángel, Rafael, los maestros flamencos Van Eyck y Van der Weyen, los artistas de la escuela de Fontainebleau y los pintores alemanes Durero, Altdorfer y Holbein. Al auge de las artes se une la contribución fundamental de la corte, los señores, los mecenas y los eclesiásticos, que con estos nuevos lenguajes artísticos enriquecen sus residencias y territorios.