Un joven francotirador narra lo que vive y sobre todo lo que ve: su ciudad arrasada por la guerra, una madre que se ha vuelto loca, una hermosa muchacha de 15 años. Y la muerte, omnipresente, que lo envuelve todo. ¿Dónde estamos? ¿En Beirut, en Sarajevo, en Vukovar? Poco importa el lugar, porque la guerra siempre borra las fronteras entre los hombres y su mundo, trastoca las relaciones entre lo íntimo y lo ajeno, desintegra al sujeto. En este contexto, el tiro perfecto se convierte en vínculo vital con el mundo.