Mi estilo -decía Nietzsche- es una danza, un juego de simetrías de todas clases y un saltar y burlar estas mismas simetrías. Llega hasta la elección de vocales. La obra de un poeta de ese género, lacónico, profundo, y artífice del verbo; y que se expresa en lengua de índole tan distinta a nuestra lengua, es intraducibie; como no se haga labor personal, en la que coincidan el sentido, el sentimiento y, si se puede, la forma de expresión rítmica, sin apegarse a la verbal....