Existe un paralelismo estremecedor entre los africanos que salieron de su tierra en barcos negreros entre los siglos XVI y XIX y los que lo hacen hoy “voluntariamente” huyendo del hambre a bordo de un cayuco. La diáspora africana nos muestra el encuentro del hombre negro con el blanco explorador, misionero, comerciante o negrero y nos embarca en el mismo viaje que llevó a millones de personas a las plantaciones de algodón de Luisiana, a curiosos zoológicos humanos en pleno Retiro de Madrid o de vuelta a África en experimentos de “liberación” controlada. Uniendo el rigor de la investigación y la amenidad del reportaje periodístico, Arturo Arnalte nos desvela los detalles más desconocidos de la vida en las plantaciones, de las exploraciones de Livingstone o de las peripecias que un inmigrante ilegal pasa desde Mali o Camerún hasta llegar a un invernadero de Almería