“Dicen que Matisse solía exclamar:“¡A los pintores les tendrían que cortar la lengua!”. Tenemos que suponer que era una manera,quizás demasiado radical,de expresar la convicción de que la pintura se tiene que explicar sola.Sea como sea,si Matisse pensaba así seguro que Joan Mateu le caería bien.Joan es un hombre de pocas palabras.Su discurso está plenamente contenido en las formas y los colores,en la luz y la composición, que dan sentido a su obra y explican su sensibilidad de artista.Este libro,sin embargo,es el resultado de la experiencia de dejar hablar no al autor sino al receptor de la obra.