Solitario, cínico y escéptico, Philip Marlowe es, junto a Sam Spade, el detective más famoso de todos lostiempos. De algún modo, todos los grandes detectives que a partir de los años cuarenta ha dado la novela negra no hacenmás que recrear al inolvidable Marlowe, concebido inicialmente por Raymond Chandler como una suerte de alter ego. Estevolumen contiene íntegramente las siete novelas y los dos cuentos protagonizados por Philip Marlowe, principio y finalde su obra: El confidente (1934) y, ya póstumamente, El lápiz (1961). Entre ellos, El sueño eterno (1939), la primeragran novela negra de Chandler, en la que el detective investiga el chantaje a un anciano millonario por la deuda dejuego de una de sus hijas. En Adiós, muñeca (1940), para muchos su mejor obra, sigue al gigante Moose Malloy en labúsqueda desesperada de su pequeña Velma, pero termina enredándose en las turbulencias de un hampón. En La ventanaalta (1942), lo que persigue es el rastro de una moneda valorada en una fortuna para acabar donde suele: en lasalcantarillas del engaño, la violencia y el delito. En La dama del lago (1943) la corrupción y el crimen sedesencadenan tras la desaparición de una mujer sin atributos. La hermana pequeña (1949) servirá de transición a Ellargo adiós (1954), la cima del género negro y de Chandler, quien aún nos regalará Playback (1954).