Situado en un barrio londinense de inmigrantes, el inmenso fresco humano que dibuja esta joven autora, tiene como epicentro las familias de Archie Jones y Samad Iqbal, dos ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial que se encuentran después de treinta años sin verse. Un fantástico retrato del Londres multirracial de fin de siglo y la preocupación de sus habitantes por la idea de ser británicos.