Un delincuente obsesivo, perseguido por la policía, deambula de manera febril por las calles de Madrid hasta que termina refugiándose en el cuarto de calderas de un edificio… El mismo en el que su mujer está haciendo el amor con un sádico amigo de ambos, y en presencia de su hija de pocos años… Una historia que hace del lenguaje una herramienta de precisión, una obra realista y objetiva, que llega al lector por su densidad y su atmósfera agobiante… Una narración de espíritu barroco que juega con el tiempo y el espacio de manera magistral.