Roma fue la creadora del primer imperio universal. De los 1200 años de su historia, más de 700 fue la dueña de los destinos de los países mediterráneos y de Europa. Desde su fundación, fue afianzando paulatinamente su posición; primero aglutinando las aldeas laciales, imponiéndose posteriormente a los etruscos, samnitas y otros pueblos itálicos, adueñándose de la península hasta entrar en conflicto con las ciudades de la Magna Grecia, lo que abrió las puertas de la Historia pasando de ser una prometedora ciudad del Lacio a una amenaza para el resto de los estados del Mediterráneo.