Tanto la intemperie natural (estrellas, pájaros, tiempo) como la creada por el hombre (vida en común y vida de la obra artística) son el estímulo para un diálogo del poeta consigo mismo y con los demás. Pese a tratar de astros o puentes, personas o esculturas, naturaleza o sociedad, los diálogos coinciden en una Intemperie donde la experiencia fundamental es la de la poesía misma. Original y profundamente lúcido autorretrato poético dividido en cinco partes (Á. Pombo, Diario 16) donde ya se leía a un poeta con pensamiento (J. C. Suñén, El País) y con preciso y riguroso instrumental lingüístico (Justo Navarro, Letras españolas 1989); dos expedientes -pensamiento y precisión- que, abiertos a lo exterior, se acentúan en este libro.