La síntesis armónica del texto y sus espacios no conversacionales -traslación de los márgenes al límite expansivo del lenguaje, fluencia del poema al comentario, del color al dolor que lo perfila, a aquel que escribe de él lo que escribe: nexo sin algas donde se desliza un pez voluptuoso- es total, doble gozo, lengua con lengua, ojos sobre ojos. En el fondo de Inercia el que regresa regresa al que regresa, y el perfil indistinto del que lee al que escribe que lo lee tórrnase anónimo, idéntico, inexpresivo.