Puedo entregarme a ti, ruiseñor de lo alto y tan ajeno a ti que eres un yo que estuviese cantándote, sucesiva hermosura que un instante en el alba se atreve a detenerse sobre una tierna rama ya suspensa en la luz y viene a preguntarme por tu pluma y sus causas; como si yo supiera si está todo en su sitio y dispuesto en su orden para poder oír, resumen de la gracia, ruiseñor. El ruiseñor , MARÍA VICTORIA ATENCIA