El protagonista de esta historia es un lápiz que se dedica a realizar garabatos en todas partes. Tras él, siempre va la goma, borrando esos garabatos y atónita ante el hecho de que el lápiz no sea capaz de expresarse escribiendo o dibujando cosas bellas. La goma decide visitar al sacapuntas y exponerle su rechazo a que el lápiz no haga buen uso de su poder.