¡Qué griterío, qué jaleo! ¡Ah, claro! Hoy es el día que las ranas inician el viaje para desovar en la laguna. Saltan por todas partes como locas, seducidas por un canto lejano... RaMona, sin embargo, no tiene ningún interés en poner huevos, y además considera que aquel canto está desafinado. Prefiere escuchar la melodía que sale de sus auriculares de flores o inventar canciones raperas? Pero nuestra rana acabará haciendo un viaje en solitario que le permitirá descubrir nuevos mundos, vivir muchas aventuras, superar algunos peligros y, quizá, enamorarse?