Un Carvalho a régimen, inquilino de un balneario en el que no se come, no se bebe, no se fuma por rigurosa prescripción médica, se topa con el cádaver de Mistress Simpson. Carvalho lidiará esta vez con una directora médica rusa y con un reparto de personajes que, a pesar de la obligada vida sana que se les ha impuesto, acaban todos muertos.