Simpática historia de piojos, esos bichitos protagonistas de nuestras pequeñas tragedias cotidianas que nos recuerdan que…¡la vida es así! Tomás y Rosa tienen piojos. Les pica la cabeza y por mucho que corran, griten y salten, el picor es desesperante. Pero tranquilos, con un buen tratamiento, los piojos no volverán jamás…¡o no!