Javier Giner, director y guionista, presenta un afiladísimo relato en primera persona sobre la adicción y el arduo camino hacia la recuperación. Valiente, conmovedor, generoso. —Pedro Almodóvar Rara vez he visto tanta honestidad y valentía mientras la fragilidad y la fuerza de la condición humana se ponen al descubierto frente a nuestros ojos. Un libro doloroso, liberador, inspirador y necesario. El término tal vez se use en exceso, pero, en mi opinión, Javier es algo así como un genio. — James Rhodes, autor de Instrumental Cuando un amigo al que crees que conoces un día va y se desnuda delante de ti.“Atento—parece decir—, que vas a flipar.”Y flipas, porque es duro y oscuro, pero de repente sonríes; porque hay dolor y vergüenza, pero también luz y amor propio. Porque ya lo dicen las madres:“si escuece, es que cura”. — Jordi Évole, periodista Javier te lleva de la mano hacia su sombra, que en parte es también la tuya, para poco a poco poner luz y humanidad al tabú de la adicción. — Leticia Dolera, directora, guionista y actriz Javier Giner limpió la cocaína del espejo y se vio reflejado, al fin. No fue fácil pero ¡leed qué guapo está! — Bob Pop, autor de Días ajenos Con una prosa excepcional, Javier Giner nos invita no solo a conocer y desestigmatizar el concepto de adicción, sino también a un viaje a lo más profundo de nuestro ser. A través de un relato en primera persona, nos adentraremos en el arduo camino hacia la recuperación y descubriremos el coraje que se precisa para aceptar la propia vulnerabilidad y el incalculable valor del perdón, a uno mismo y a los demás. Yo, adicto es un texto honesto y valiente, por momentos luminoso; terrorífico y divertidísimo. Un testimonio imprescindible. El 2 de enero de 2009 ingresé, por voluntad propia, en una clínica de desintoxicación. Dejaba atrás un reguero de autodestrucción y una sucesión interminable de días oscuros llenos de dolor y desamparo. Esta es la historia real, en primera persona, de cómo superé, con ayuda, mi adicción al alcohol y a la cocaína y conseguí recuperar mi vida. Javier Giner
