Escándalo para los judíos, locura para los griegos: así es como San Pablo se refería al cristianismo. Contra la rey de los judíos y la razón de los filósofos. Abogaba por la salvación mediante una fe más poderosa que la muerte. ¿Cómo se explica que tal escándalo y locura hubieran podido desarrollarse, triunfar y, finalmente, imponerse en el Imperio Romano a partir de Constantino? ¿Cómo hizo el cristianismo para pasar del estatuto de secta al de civilización? Estas son las preguntas que el equipo del Collège de Philosophie quiso plantear a quienes podían responderlas: Jerphagnon y Ferry, dos autores que poseen la rara capacidad de saber exponer las ideas aunando la claridad con la profundidad.