Hablar de la Inquisición supone trasladarnos a una época de torturas, represión y oscurantismo que nadie asociaría jamás al humor y la ridiculez. Sin embargo, después de seleccionar unos casos tan reales como inverosímiles, Fernando Iwasaki consigue hacernos reír conjurando a una rocambolesca cofradía de beatas voladoras, confesores pecaminosos, monjas endemoniadas, obispos sodomitas y otras devotas especies que florecieron en el virreinato peruano. Páginas de Espuma se complace en presentar la edición definitiva de Inquisiciones Peruanas , con la esperanza de que su autor sea prohibido o -por lo menos- excomulgado.