Como digno heredero de la tradición cultural británica, Rupert Everett ha mamado la ironía en grado supremo. Ese sentido del humor, por muchos caracterizado como negro, es la principal fuente que mana a lo largo de este fascinante libro. Las distintas sexualidades, los diferentes modos de enfrentarse a la vida son tratados con maestría a través de una galería de personajes que impresionan por los reales y hechizan por lo frívolos. Rupert ha conocido todo tipo de etapas en su carrera: tras un inicio más que promotedor padeció el ostracismo por su honestidad ante su circunstancia de ser gay. Hace apenas un par de años fue recuperado gracias a la gran pantalla. Un motivo de alegría para todos los que le queremos y admiramos. Ahora, por fin, Odisea Editorial nos trae esta su primera novela con la que disfrutarán propios y extraños sin excepción. Una obra que supone un reconocimiento más de lo que, en realidad, nunca se le ha perdonado a Everett: su enorme talento.