Muchos son los que desconocen el hecho de que existe, siempre ha existido, oculta a ojos de los no iniciados,una ciencia más antigua y precisa que la ciencia moderna. Dicho conocimiento se remontaría en la historia másallá ì de civilizaciones como la egipcia o la sumeria y habría pasado de maestros a alumnos dentro de grupos deindividuos escogidos, adeptos e iniciados, durante el transcurso de las eras.Sin embargo, aunque esta ciencia oculta y la ciencia convencional han sido cuidadosamente separadas, losgrandes científicos de todos los tiempos las han conciliado en secreto. Pitágoras, Leonardo da Vinci, Newton,Leibniz, Edison, Tesla o Einstein son algunos de los nombres destacados de la historia de la ciencia occidental,que han formado parte directa de las enseñanzas secretas o han fundamentado sus ideas en los anales de la escuelainvisible. Existen evidencias absolutamente innegables de civilizaciones tecnológicamente avanzadas quenos precedieron y que reconocieron que el lenguaje universal procedente de la fuente eran las matemáticas.Dichas civilizaciones codificaron su legado no sólo en arte, monumentos y textos antiguos, sino en los propioslenguajes y tradiciones culturales. El testigo que nos ofrecieron desafiando el paso del tiempo fue que todo estáconectado y que ello es demostrable desde un punto de vista estrictamente matemático.Sigue las sutiles pistas dejadas a través de las civilizaciones para descubrir el Corpus Hermeticum, la llavemaestra que abre todas las puertas al conocimiento del pasado y ¿quizás también del futuro?
