“Emile fue la única que advirtió en su mirada algo extraño, un brillo indescifrable, una luminosidad intensa que le recordaba el bienestar interior que ella misma sentía cuando iba a contemplar su secreto. Supo que Pierre no había contado lo esencial de su accidente, pero no comentó nada al respecto”. ¿Qué ocurrió en la viña abandonada en la que hallaron a Pierre Morin sin conocimiento tras dos días y dos noches de ausencia? En el pueblo nadie entendía nada. El secreto de Pierre remueve los más ancestrales ci-mientos de un pequeño y endogámico pueblo francés. Pierre renuncia a todo cuanto posee para conservar su gran secreto, el gran secreto que guarda celosamente en su interior y que hará que pase de ser el menos preciado del pueblo a ser el más codiciado. Entre el cuento filosófico y el suspense, Frédéric Lenoir nos ofrece una bellísima parábola acerca del valor esencial de nuestra existencia y de cuanto nos rodea, el valor de las cosas más sencillas y a la vez más extraordinarias, el verdadero tesoro no material del hombre.