En Homo zapiens , Pelevin conjuga con gran oficio dos pasiones encontradas: una cuidada reluctancia hacia los medios de comunicaci贸n y una ins贸lita devoci贸n por el budismo zen se a煤nan en la narraci贸n de las vicisitudes de un joven poeta de la 'Generaci贸n Pepsi' rusa. Vavilen Tatarski, el protagonista, se aventura en una profesi贸n parasitaria que reclama 'creativos, no artistas'.