Misty Tracy Wilmot empieza a escribir un diario cuando su marido, Peter, entra en coma tran un supuesto intento de suicidio. Misty es una pintora retirada que sueña con volver a crear. Instalada en la turística Waytansea Island, trabaja como criada en un hotel. Pronto sale a la luz que Peter se ha dedicado a pintar extraños mensajes en las paredes de casas que ha remodelado. Los habitantes de las casas, ofendidos, han llevado el caso a los tribunales y Misty ve cómo su aspiración de volver a pintar se desvanece. Pero de repente, como poseída por el espíritu de Maura Kinkaid, una pintora de Waytansea del siglo XIX, Misty empieza a pintar compulsivamente. La historia de se desarrolla a partir de este punto y que Misty escribe en su diario, dirigido a su marido, es una historia de terror paranoico (y divertido) en la línea del clásico El hijo de Rosemary.