En el deslumbrante, riquísimo y muy variado mundo de los libertins europeos, dundamentalmente dranceses, de los siglos XVII y XVIII, destaca sobremanera una figura que parece reunir toddas las cualidades precisas para conformar un arquetipo, un modelo ideal, del libertino clásico: Charles Marguetel de Saint-Denis, señor de Évremond (1613-1703).