Ignacio Bázquez se dirige a Madrid en diligencia, desde la frontera de Portugal, con un acta de diputado sin estrenar en su cartera y el temor a una emboscada. Una mujer espera impaciente su regreso mientras en la capital tiene lugar el encuentro enfebrecido de dos sueños. Es el comienzo de una historia de odio y amistad, de amores y desamores que se entrecruzan, de ambiciones y deseos. El mundo rural y el urbano, mísero uno e intrigante el otro, se alternan como escenario en una historia plagada de flashbacks en la que los protagonistas, víctimas y verdugos al mismo tiempo, no son ajenos a las grandes preocupaciones y temores de la sociedad española de mediados del Siglo XIX. La novela despierta raudales de nostalgia de un tiempo mágico, punteado por estraperlistas, filántropos de dehesa, políticos..., y el latente pero abrumador vacío existencial de mujeres que magnetizan por su callado anonimato.