El principio de separación de poderes es uno de los dogmas sobre los que se ha asentado la construcción del Estado constitucional. Sin embargo, ese principio, aparentemente de formulación sencilla y frecuentemente mal comprendido, ha tenido lecturas e interpretaciones de diferente alcance. En este libro se analizan las diferentes concepciones de tal principio a través de distintas experiencias constitucionales que emergen tras la implantación del Estado Liberal. Aunque el foco de atención se centra en Europa continental, donde la aplicación del principio de separación de poderes (a diferencia de los sistemas anglosajones y, en particular, de Estados Unidos) no se ha asentado inicialmente sobre la idea de checks and balances, sino de separación formal de los poderes y de preeminencia de uno de ellos (unas veces el Legislativo y otras el Ejecutivo) sobre los demás. A esa distorsionada aplicación inicial de tal principio tras la Revolución francesa, se le unieron una serie de cambios institucionales que transformaron radicalmente su papel en Europa continental: el asentamiento de la forma parlamentaria de gobierno, la irrupción del Estado de partidos y su (patológica) relación con las instituciones, la emergencia de los Tribunales Constitucionales, la construcción de los derechos fundamentales como límite del pode...
