En esta monografía nos adentramos en el proceso arbitral a fin de adaptarlo a la resolución de controversias internas que se producen en el seno de una sociedad mercantil, personalista o de capital. Observamos los distintos litigios que pueden tener lugar en la vida societaria y su aptitud para ser resueltos por esta forma de justicia alternativa. Durante años esta opción se convirtió en una cuestión muy polémica que dió lugar a un importante debate en la doctrina científica y también en la jurisprudencia. A partir de 1998, como consecuencia de la Resolución de la Dirección General de Registros y del Notariado de 19 de febrero y de una Sentencia del Tribunal Supremo de 18 de abril, es cuando se generaliza una opinión abiertamente favorable al arbitraje societario. Incluso una de las enmiendas que se presentaron al Proyecto de Ley 60/2003, de 23 de diciembre, de Arbitraje, fue la midificación de los artículos 120 de la Ley de Sociedades Anónimas y 56 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada a fin de hacer posible que la impugnación de acuerdos sociales pueda ser sometida a arbitraje de Derecho.(...)