La obra de Márcio Catunda es un encuentro con el otro. No solo estos Días insólitos , sino toda su trayectoria literaria viene marcada por una mirada generosa y abierta a la otredad. No obstante, en esa apertura al otro, quien más se completa y engrandece es uno mismo. Ver el rostro ajeno resulta tarea imprescindible para reconocernos en nuestra condición única, conformar lo que somos, como bien sabe el poeta. Siguiendo el viaje-lectura de la mano de Márcio, nos encontramos con los elogios a los iniciados y maestros, Ramakrishna, Ramana Maharshi, Bodhidharma, Matsuo Basho, Al-Hallaj, Asthavakra, Sidarta Gautama. El panorama se construye como un paseo entre la poesía y la devoción, en el que el lenguaje se viste de plegaria sutil, sin dejar jamás el tono personal e íntimo.