Este manifiesto convoca a una reflexión fundamental sobre los principios mismos de nuestra sociedad, y sobre las razones por las cuales estos principios nos han llevado a un callejón sin salida. A su vez, contiene una invitación para que cada persona y cada grupo aporte su contribución crítica y creadora en la elaboración y realización de un nuevo proyecto de civilización. El autor considera que los agentes sociales no sólo deben actuar, sino que deben tener una idea de lo que debe ser la sociedad, de lo que consiste el desarrollo de la persona y de cuáles deberían ser las formas de relaciones sociales. Por tal razón, presenta un horizonte utópico no como dogma, sino como un esbozo de algo que se puede construir, un camino por donde iniciar la marcha que movilice y motive para tomar las riendas de nuestros propios destinos. Destinado a educadores, trabajadores sociales, animadores y responsables de organizaciones de base en general qye se encuentran en el trabajo directo con la gente.