La crítica al capitalismo posmoderno, la necesidad de refundar la izquierda y la exigencia de una nueva ética (...) centran las reflexiones de un autor torrencial e irónico que utiliza todas las herramientas a su alcance: de Marx a Lacan, pasando por los chistes, el cristianismo o el cine. Incisivo, penetrante, pluridisciplinar, Zizek propone lecturas socio-políticas inesperadas (quizá esta guerra entre Estados Unidos e Irak haya sido la primera guerra entre Estados Unidos y Europa), denuncia la aparición de los nuevos muros del siglo xxi, traza paralelismos radicalmente originales entre la narrativa política del momento y la tragedia griega y llama a sus lectores a una revolución capaz de redefinir las reglas y los contornos del orden existente, capaz en suma de practicar la utopía.