Esta novela, la única conocida de Fernando de Rojas (1465-1541), se destaca por su valor dramático, por la calidad humana de algunos de los personajes y por representar la época de transición entre el Medioevo y el Renacimiento. Rojas la llamaba "tragicomedia" y parecería que en ella triunfan las pasiones; pero el destino final que sufren los protagonistas es totalmente moralizador. Calisto se enamora de la bella Melibea, pero no es correspondido. El joven recurre a Celestina, una vieja experimentada en arreglar asuntos amorosos. Celestina, mujer mala y astuta, chismosa y encubridora, interviene y con dos desleales sirvientes de Calisto llevan la comedia a un final imprevisto. En la obra se tratan tres grandes temas medievales: el amor, la fortuna y la muerte.