Aquel que escribe por escribir, es decir, quien siente el impulso de hacerlo, no necesita consejos. A partir de ese impulso inicial, simplemente debe capacitarse para hacer de su escritura una forma singular de expresión. Sin embargo, hay quienes tienen que escribir, aun cuando no sea su impulso natural. Deben hacer una monografia, una tesis, un informe para la facultad, una nota sobre su actividad para una publicación profesional, una presentación escrita para un congreso o un seminario, etcétera. Este libro es para ayudar a aquellos que están obligados a afrontar una tarea para la que no se sienten preparados. La escritura, qué duda cabe, es un resultado. Todo resultado es parte de un proceso, y todo proceso, desde ya, es una sucesión de acciones con un fin. He aquí, pues, una guia práctica, fácil y entretenida para hacer de la escritura un proyecto posible y plausible.