Madrugada. Los primeros gallos cantas al alba. Tras una noche de tormentos y desvelos la poesía visita a Sorescu. > - pregunta el poeta- > - responde ella-. Silencio. Sin más. Apenas dos veros bastan al genio rumano para envolvernos en una atmósfera íntima. Inquietante. Sin artificios. Con la desnudez e inocencia de una alma que ansía atrapar el instante. Así es la poesía de Sorescu. Su poesía. Nacida para embellecer nuestras vidas.