Como una que ordeña en el crepúsculo tiran las yemas de tus dedos de las fuentes ocultas de la luz hasta que traspasada por el martirio de la tarde entregas para la vigilia nocturna tus ojos a la luna. Bailarina puérpera que gira en círculos tú sola en el oculto cordón umbilical en tu cuerpo llevas joyas gemelas legadas a dios muerte y nacimiento. Nelly Sachs