Su inquietante virtuosismo lo convierte ya en un clásico ( The Independent ) Algo que cae del cielo golpea al protagonista de Residuos , pero él no puede ni debe recordar lo que fue ya que si no perdería la sustanciosa indemnización de ocho millones y medio de libras que un oscuro ente le ha entregado a cambio. Tras el accidente y el re-aprendizaje cerebral que este conlleva, el mundo a su alrededor cobra un aspecto distinto, los valores cambian de lugar y una aguda obsesión por los esquemas y el orden se apoderan de él, así como la imperiosa necesidad de re-crear lugares y acciones que, vividas con anterioridad o no, se alojan de forma indeleble en su mente. Tom McCarthy consigue, por su parte, re-crear la mente de una persona en un proceso de autodestrucción y colapso que, sin embargo, logra imponer su lógica sin sentido al mundo que le rodea. Por ello, y a pesar de estar ambientada en un Londres muy cercano y palpable, de su lectura se destila ese halo de desquiciada lucidez de las mejores obras de la ciencia ficción. Una espléndida extraña novela, inteligente e entretenida ( The Guardian ). Atrapa. Residuos debería ser leída (y releída por supuesto), dada su inteligencia y humor ( Times Literary Suplement ).