Jane está en el hospital, rodeada de ramos de flores y ositos de peluche, intentando ordenar los acontecimientos de la noche anterior. Recuerda estar en una fiesta con sus amigas y su novio y lo siguiente que recuerda es estar medio muerta en un rosal después de que un coche la atropellara y se diera a la fuga. Todos creen que el atropello ha sido un accidente, aunque la verdad es un asunto espinoso. A medida que se suceden las visitas, Jane deberá desentrañar el misterio antes de que el asesino ataque de nuevo.