Una noche la Befana, montada en su escoba, se encuentra ante las vidrieras de un alto edificio y ve reflejada en ellas una figura desgarbada. ¡Aaarg! exclama frenando de golpe. ¿Ese monstruo soy yo? Esto no va bien. Tengo que hacer algo enseguida. La Befana decide entonces ir a la peluquería, a la modista, a comprarse un par de zapatos nuevos…¿Cuál será el resultado?