La historia secreta de los ratones no parece una sucesión de sucesos ordenados en los anales que arañan incansables, sino el reflejo de plata descompuesta del laberinto de sus anfitriones. Algún ratón se especializa, por ejemplo, en la trama complejísima de las pisadas de generaciones de zapatillas; el flujo errático de los míos por las baldosas. Vergüenzas que afloran con el disfraz del símbolo.