“Las ciudades ejercen una fascinación fuerte y extraña, pero ninguna más extraña ni más fuerte que el influjo de Praga en el corazón del viajero que siente añoranza, no de su lugar de origen sino de la ciudad a orillas del Moldava que ha dejado atrás. Al regresar siente que nunca se ha alejado, pero aun así se encuentra culpable de desmemoria, abandono, e infidelidad. Tal vez sea eso, entonces, lo que este libro es, una prenda de paz, un apaciguador obsequio que se ofrece indeciso, o nada más que una carta de disculpa de un amante desleal”. Con estas palabras presenta John Banville sus Imágenes de Praga , un recorrido por el alma de la ciudad en los años en los que Checoslovaquia se desfiguraba bajo la dictadura comunista y aún, de muchos años antes, cuando magos, alquimistas, astrónomos, poetas y buscavidas de toda estirpe, buscaban refugio en su “modernidad”.