Su palabra clave es curiosidad. Ella está en el origen de casi todas sus actividades. También la necesidad de comunicarse. Géminis necesita un auditorio al que comunicar sus ideas y al que contar los últimos chismes. Su mente es rápida, ágil, inteligente, pero también dispersa. Para enamorarle no hay que aburrirlo. Si se aburre, se va.