Muñecas de porcelana no es una más de las narraciones intimistas, plenas de sentimientos, que relatan en primera persona la adopción de un hijo. Es el relato de las vivencias en China de quince parejas que, en febrero del 2006, viajaron a Nanchang para reunirse con sus hijas tras años de espera y de amor profundo e intenso. Quince niñas que, como se afirma en un hermoso proverbio chino conocido por todos los adoptantes en aquel país, ya en sus orfanatos de Ningdu, Fuzhou, Gaoan, Jianxin y Ganzhou estaban destinadas a unirse a sus padres, a encontrarse con ellos a pesar del tiempo y del lugar, a pesar de las circunstancias. Sin embargo, para cada uno de los que viajamos en aquella ocasión, este libro nunca será sólo la memoria objetiva de nuestra anhelada estancia en China, de aquel soñado encuentro entre padres e hijas. Será, además, el relato de cómo aquel fuerte hilo rojo entretejió la vida de cada una de nuestras hijas, de cada uno de nosotros con la de Vicente -el guía de PIAO, autor de este libro- y la de Nacha -guía de BLAS- que nos acompañaron, aconsejaron y cuidaron en todo momento y sin los cuales los lazos de amor y amistad de los que ahora gozamos nunca se hubieran anudado. Ese hilo rojo que entonces, ahora y siempre nos unirá, podrá tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse.