Este relato autobiográfico ofrece toda la calidad que consagrará al mítico Casanova , más allá del personaje, como autor clásico de la literatura europea, lo que refrendarían sus Memorias . El duelo fue escrito en Venecia en 1780 ?en italiano, a diferencia de las Memorias , escritas en francés? con el objetivo de recuperar su prestigio, maltrecho por entonces en su ciudad natal. Con tono feliz y viveza en los detalles, Casanova nos traslada a la corte polaca del xviii, y narra un hecho que pudo costarle la vida y que lo marcaría para siempre: el duelo al que desafió a un noble polaco por un insulto recibido en el camerino de una bailarina veneciana. Dando ejemplo del amor por su Venecia natal explica así el incidente: Si al término, aunque vulgar, de cobarde, él no hubiera acoplado el epíteto de veneciano, habría quizá el otro soportado la afrenta; pero una palabra que vilipendia a la nación, no existe, en mi opinión, hombre que pueda tolerarla. El relato entrelaza con agilidad el discurso vital y el intelectual. Las páginas que dedica al valor, al honor, a la compasión, son por momentos sublimes. Casanova se muestra aquí como un maestro de la narración: de él se ha dicho, con razón, que anticipó rasgos de la novela psicológica, lo que es patente en este caso, con ingredientes que nos recuerdan a Stendhal .