Picasso TV muestra vínculos insospechados entre algunas de las obras que Picasso realizó en sus últimos años y los programas que emitía la televisión francesa en aquel tiempo. A principios de los años sesenta, Jacqueline Roque compró un aparato de televisión para entretenerse durante las largas horas en las que Picasso trabajaba en su estudio. Brassaï, en su libro Conversaciones con Picasso, asegura que éste veía la televisión con cierta regularidad, en particular programas de circo, de lucha libre, películas y series televisivas. El artista, a quien siempre atrajeron las formas de expresión populares, empezó a interesarse por algunos programas tras ver imágenes de una de sus exposiciones en Londres y visionar la boda de la Princesa Margarita de Inglaterra con el fotógrafo Anthony Armstrong-Jones, boda que fue seguida por 20 millones de telespectadores en todo el mundo. El circo, el amor, los toros, el boxeo, la carnalidad? fueron las pasiones del joven Picasso, pasiones que en sus últimos años pudo revivir a través de una televisión que alimentaba la mirada voyeur que le caracterizaba. El catálogo de la exposición es una coedición entre el Kunstmuseum Pablo Picasso Münster y el Museo Picasso Málaga, ilustrado con numerosos grabados de la Suite 347 y fragmentos de programas de televisión contextualiza una época en la que la televisión popularizó espectáculos, deportes e informativos que influyeron de algún modo en las obras de la última época del artista.
