Este volumen acercará al lector no sólo a la vida y obra del artista catalán sino a la evolución de su trabajo en un momento en el que la pintura figurativa y sus variantes copaban el gusto estético de la sociedad española. A pesar de que, en un primer momento, la pintura abstracta y sensitiva de Joan Miró fue considerada una especie de provocación social, su perseverancia y coherencia dentro de la vanguardia provocó que a finales de los setenta ya nadie pudiera oponerse a este gran artista.