La pintura de figuras femeninas ha supuesto siempre un difícil reto par ala mayoría de los aficionados debido, sobre todo, a la sutileza con que este tipo de miniaturas debe ser pintado para obtener resultados satisfactorios. Si bien es cierto que las miniaturas femeninas no deben ser tratadas como las militares, o de cualquier otro tipo, no es menos cierto que las técnicas a emplear son básicamente las mismas y que la principal diferencia radica en cómo se ha de aplicar la pintura para conseguir transiciones de tonalidades suaves que proporcionen al conjunto terminado un efecto de glamour, e incluso de ese misterio que cada mujer encierra.