Con Las urgencias de un Dios - que postula un Dios como entidad latente, a merced del cuerpo y la conciencia que puedan concebirlo - Enriqueta Ochoa inaugura la fecunda y rigurosa ruta de quien se convertiría en una de las mayores poetas mexicanas de la así llamada generación de medio siglo. El lector se entregará, como la autora, a la palabra urgente con amorosa servidumbre.